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Archive for febrero 2017

Reseña: Katanagatari

De : Unknown



Reseña: Katanagatari

  •          Géneros: Acción, aventura, histórico, romance, artes marciales.
  •          Estudio: White Fox.
  •          Director: Motonaga Keitarou.
  •          Fuente original: Novela Ligera.


Cuando uno mira el currículum del Zorro Blanco, la primera palabra que viene a la cabeza es “inconsistente”. Es un estudio que no tiene una identidad definida, y los géneros de sus trabajos varían entre slice-of-life moe con GochiUsa, y thriller psicológico con S;G. En el caso de Katangatari, con lo que nos encontramos es con una aventura que mezcla acción, drama, romance y comedia competentemente, así como un fuerte trasfondo temático que comenta sobre la importancia de vivir por nuestra cuenta y no dedicar nuestra existencia a las metas de otro, siendo crítico también de las motivaciones de sus propios personajes. Con tropezones pocos, esta adaptación de una Novela Ligera de la autoría de NisiOisiN es uno de los más destacables anime de 2.010, y de lo mejorcito que ha sacado el estudio en su corta existencia.


Kyotouryuu, una técnica para espadachines que no usan espada, porque son una... si, tiene más sentido de lo que parece.

¿Qué hace Katanagatari?

 La historia nos sitúa temporalmente en el medio del período Edo dentro de Japón, una época en la que el país finalmente está unificado bajo el gobierno militar de un Shogun luego de un período de guerras, traiciones y corrupción, y se encuentra casi completamente cerrado al mundo exterior. Togame, maestra de tácticas del shogunato, se embarca en una misión para recorrer toda la isla, y recolectar doce míticas espadas conocidas como las “aberrantes”, forjadas por el legendario herrero Shikizaki Kiki, como símbolo del poder de este gobierno.
Para ello, viaja a una isla aislada, habitada por Yasuri Shichika –último maestro del estilo de pelea Kyotouryuu- y su hermana Nanami, para contratarlo como guardaespaldas en esta búsqueda de las espadas. Shichika, quien vivió casi toda su vida apartado de cualquier otro contacto social que no sea su hermana, acepta la misión no por interés en el poder, dinero u honor, sino por un interés en Togame, que a falta de vocabulario llama “amor” a dicha intriga. Es así como nuestros dos protagonistas emprenden su viaje por todo el país, encontrándose con un variado elenco de personajes, cuyas historias están profundamente vinculadas con estas espadas.
El principal mérito de Katanagatari es en como progresa el arco de personaje de nuestro protagonista Shichika. Lo vemos progresar desde un tipo que no entiende nada del mundo, a alguien con una visión propia del mismo, a medida aprende diferentes lecciones de vida y descubre nuevos sentimientos a lo largo de este viaje. Además es una historia que hasta el último capítulo desafía las expectativas del espectador, a veces haciendo lo opuesto que se espera de la misma en un momento determinado, o simplemente anunciando directamente lo que va a pasar, poniendo la perspectiva de la audiencia en el “cómo” o “cuándo” antes que en el “qué”. Estas “subversiones” están entretejidas en la historia de modo que a veces se usan simplemente para rematar un chiste, pero en otros casos existen pistas a lo largo de la serie que apuntan directamente a esta resolución, lo que le da un valor para volverla a visitar de vez en cuando y encontrar algunas de estas sutilezas.

Oh my God, que obra de arte.

¿Cómo lo hace?
    
     El argumento de Katanagatari se desarrolla de una forma relativamente lineal, y a pesar de haber tanto una meta definida como progreso constante tanto en la trama como de los personajes, es por una buena parte de la misma, episódica. Esto quiere decir que varios episodios tienen una estructura definida en la que nuestros protagonistas llegan a una locación -> conocen al adversario -> entienden su historia -> es vencido y consiguen la espada. Normalmente esto generaría que la serie se vuelva repetitiva, pero hay suficiente variedad en locaciones, personajes y trasfondos temáticos para mantener al espectador interesado. Cada episodio logra introducir y desarrollar a sus personajes completamente, y a la vez vemos como influencian tanto a nuestros protagonistas, como a la percepción de la audiencia respecto a ellos.
     Una vez que Togame convence a Shichika de acompañarla en su búsqueda de las espadas, ellos comienzan su viaje en el que se encontrarán con quienes las poseen para quitárselas, o persuadirlos en entregarlas. Sin embargo, la historia no es tan simple como vencer a un corrupto oponente y seguir de largo.
   Cada uno de los usuarios de espada tiene motivaciones complejas que los vinculan a las mismas, algunos las defienden por una cuestión tradicional, otros las usan con fines altruistas, los Maniwa (que son un grupo de ninjas muy exóticos) las buscan para asegurar la supervivencia de su aldea, mientras que del shogunato las buscan como símbolo de autoridad, aunque hay en realidad un trasfondo más complejo que simple perpetuación del poder. Este trasfondo está ligado a la historia de Japón y a cierto evento que ocurre en 1853 cuando llegan los Estados Unidos 150 años después de los sucesos de esta serie, pero ahondaríamos en territorio de spoilers. El punto es que estas adiciones a los personajes les hacen cobrar vida y hacen que no se sientan como vehículos argumentales o cosas-que-hay-que-vencer-para-avanzar-la-historia, ya que darle trasfondo, motivaciones, metas e ideologías a cada uno de ellos –aparte de una muy colorida variedad de personalidades- genera empatía en el espectador, y una vez que los dejamos/mueren/renuncian a su espada o cualquier otra consecuencia, se siente que algo se ha perdido en ese mundo. Este mismo sentimiento es el que nos hace cuestionar que tan nobles son las motivaciones y metas de nuestros protagonistas, y si realmente vale la pena el sacrificio. 
       Además, esto no es algo que queda solo para la audiencia, sino que también es un punto de reflexión para nuestros protagonistas, sobre todo Yasuri Shichika. El comienza la serie con la percepción social de un neandertal y valores morales completamente alienados de cualquier estándar social gracias a su particular crianza, pero al encontrarse con toda esta gente y atravesar momentos con fuerte impacto emocional, presenciar soledad, miseria, muerte, así como desarrollar genuino afecto por su compañera de viaje y sentir empatía con algunos de sus adversarios, poco a poco se vuelve más humanizado a medida progresa la historia y es afectado por Togame y el resto de los personajes. Empieza a sentir emociones como celos, arrepentimiento y amor propio entre otras, y desarrolla lenta pero seguramente resolución y voluntad propia, culminando su desarrollo en el gigantesco clímax que es el episodio final.
Aun así, la serie no se presenta como una aventura sombría y llena de miseria. Por el contrario, entre las vibrantes paletas de colores, los diseños de personajes y las interacciones entre los mismos que generan momentos muy divertidos, son todos elementos que aligeran la carga emocional, y evita que el anime se tome demasiado en serio para su propio bien, puesto que además de contar su historia, busca entretener.
       Durante los distintos episodios vemos el crecimiento de los personajes principales y el desarrollo de su relación mientras se enfrentan no solo a los que poseen las espadas, sino también con su pasado. Ésto hace que la sub-trama romántica sea buena, ya que es puesta a prueba en diferentes ocasiones la lealtad de uno hacia el otro, dando pie a interesantes desarrollos, sin nombrar también que sus interacciones son variadas y entretenidas. 


Mira esa coreografía papu.
  
       Katanagatari cuenta con numerosas escenas de acción entre sus aún más presentes y largas escenas de diálogo, las cuales se basan parcialmente en estrategia y parcialmente en la supremacía del arte marcial Kyotouryuu. White Fox contó con un gran presupuesto (tiempo y dinero, sobre todo tiempo) para esta animación al emitirse un episodio de 50 minutos por mes durante todo un año, y eso se deja ver en la producción. Las escenas de acción a veces se quedan cortas, porque al ser una adaptación de novela ligera, no pueden dejar fuera el diálogo, y a veces pueden dejar de sentirse naturales si no se es capaz de suspender la incredulidad de esto. Sin embargo, la animación y la coreografía son muy buenas, se ven fluidas, con muchos fotogramas, y dichas tomas se coordinan bien con la banda sonora. Esta última es obra de Taku Iwasaki, y sin lugar a dudas uno de sus mejores trabajos, mezclando un sinfín de géneros e instrumentación para añadir aún más estilo a una obra que ya lo tiene desde el guion. Con la excepción del episodio 7 en el que deciden optar por un estilo artístico emulando a un videojuego en ciertas partes, la producción es consistentemente competente y mantiene un nivel muy alto de calidad. Además, el hecho de que se mantengan relativamente fieles a los diseños de personaje originales de la novela es muy bueno, ya que derrochan personalidad e insignia.

Adivine quien es el protagonista.
      

Una nota sobre el estilo de NisiOisiN


       El autor de la novela ligera original (más conocido por escribir Monogatari Series) imprime un estilo y prosa muy particulares que se pierden en la traducción. Sin embargo, se puede escuchar en cómo los personajes recitan sus lineas con cierta musicalidad de una forma a veces cercana a una poesía. Esto no quiere decir que los diálogos sean malos o robóticos. Por el contrario, los hace muy entretenidos, y resaltan muy bien las distintas personalidades que hay en la serie. Hay inclusive un ninja que habla al revés, y un nene dios que se ríe como un zerg del Starcraft. A su vez, Nisio goza de escribir de forma que los personajes sean conocedores de los tropos que inundan el género sobre el que escribe, y una de las escenas en específico trata de Togame y Shichika caminando por un desierto debatiendo sobre cual va a ser la frase insignia de este último, y es muy gracioso. Logra parodiar en Katanagatari ciertos clichés de series shounen de peleas, pero cuando los toma en serio, su ejecución está tan arraigada a la narrativa y los personajes que estos tropos funcionan de modo sobresaliente. Además, sus trabajos tienen un sentido del humor que es algo más elaborado que el slapstick o el constante uso del boke/tsukkomi, y emplea para el mismo propios elementos de la narrativa (por ejemplo, la narradora anuncia el remate de un chiste tres episodios antes de que este pase, y cuando pasa, recordamos esta narración) así como constante juego de palabras, y también les pasa factura a los personajes cuando se toman demasiado en serio.
       A su vez, tanto en Katanagatari como en Monogatari Series, las exageradas personalidades y actitudes de los personajes logran sacar lo mejor de los actores de voz, quienes muestran un rendimiento excelente durante toda la serie en ambos casos.


Mira esa profundidad de personaje papu. 


El final de la serie
     
       El final de Katanagatari es uno de los puntos críticos del anime, ya que es en este donde se gana el respeto o el odio de los espectadores. Esto en parte es por cómo se nos presentan los personajes cuyas metas son adversas a las de nuestro dúo principal, pero la legitimidad moral de las mismas no están pintadas de blanco o negro. Este final pone en perspectiva la naturaleza de la relación entre los personajes, y con su presentación un poco brusca puede dejar a varios en offside. Lo que sigue es territorio spoiler, pero lo que vale la pena destacar del final es que entrega una fuerte catarsis a los personajes en cuestión, a la vez que cierra el arco temático que une a la serie y todo su elenco; es un espectáculo climático en par con los más grandes finales del anime. 

Corto análisis temático sobre el final de la serie (spoilers)

Katanagatari no esconde las motivaciones de sus personajes, a excepción de uno: Togame, aunque visualmente vemos cuando miente/planea algo cada vez que el ojo cambia a forma de cruz. Ella no está dirigida por un sentimiento de lealtad hacia el shogunato, sino todo lo contrario, busca vengarse del mismo. Consciente del poder de Kyotoryuu, al ver a su padre Hida Takahito ser asesinado por el padre de Shichika (quien era enviado del shogunato), dedica su vida a la venganza. Esto la lleva a acercarse al shogunato para embarcarse en su aventura para buscar las espadas. Shichika muchas veces es referido como "espada", y este es un tema que se aplica a una gran mayoría de usuarios. Todos aquellos que dirigen sus esfuerzos hacia las metas de otra persona (es decir, son sus "espadas"), o bien fallan en su meta, o directamente mueren. Aquellos que sobreviven y siguen adelante son los que logran desprenderse de estas cadenas, y hacen decisiones por su cuenta para vivir su propia vida.

La muerte de Togame (¡ja! advertí sobre los spoilers) es presagiada visualmente cuando continúa desenterrando la espada sin descanso en el episodio 10. Lo que el Dios de la zona habla sobre puntos de ataque y defensa se refiere a lo que dedicamos día a día a luchar por nuestras metas (ataque) y a vivir/preservar nuestra propia vida: Togame se dedicó toda su vida al ataque, a su venganza, mientras que Hitei, su contraparte, se dedicó mayormente a la defensa. Esto se hace más evidente cuando la primera revela los planes que tiene una vez que junte las espadas y logre su objetivo, pero a la vez cuenta que "incluso si las palabras eran mentira, los sentimientos no lo eran", lo que quiere decir que su sed de venganza la llevó a ignorar incluso sus sentimientos propios. Togame muere por su imprudencia al avanzar contra el shogunato, mientras que Hitei lo que busca es el fin del conflicto que Shikizaki Kiki trajo con sus espadas al mundo. La diferencia es que a Hitei no le interesa si la meta de Shikizaki se cumple o no, a pesar de ser descendiente del mismo. Evita hacer de este conflicto su vida, y así evitar ser una "espada" que luche por los objetivos de otro. Shichika mismo deja de ser una espada una vez que su dueña fallece, y decide ir al palacio para "morir" desquitando su ira.

Cuando Shichika destruye las espadas y vence a sus usuarios, procede a enterrar al Shogun 20 metros bajo tierra, pero perdona a Hitei porque sabe que en el fondo, Togame se trajo su destino ella misma, y lo que ocurrió no fue por odio. En el epílogo vemos como los dos se dedican a viajar por Japón, sin nada que los ate. La premisa de Shikizaki Kiki era crear una espada definitiva que sea capaz de rechazar a los invasores que vendrían 150 años en el futuro (históricamente, los Estados Unidos visitan Japón en 1853 para con barcos armados y los coaccionan para que abran el país que hasta ese momento, en el período Edo, estaba cerrado, y la gente no podía ni entrar ni salir del país). Yasuri Shichika demuestra ser esa espada, pero en vez de dedicar su vida al hipotético futuro, decide vivir y viajar por su cuenta. La frase "los guerreros del futuro tendrán que arreglárselas por su cuenta" pone esto en perspectiva.

Katanagatari cierra revelando que es una tragedia, en las que todos fallan sus metas iniciales. El Shogun es simplemente sucedido normalmente y la historia no es "falsificada", el palacio de Uneri es olvidado, Togame falló con su venganza, Meisai muere y su santuario queda sin líder, Emonzaemon muere por Hitei, y también los Maniwa pierden su clan a manos de un Houou poseído, yendo desde una fuerza amenazante a ser representados por un niño pidiendo piedad (Pengin) en su búsqueda del poder de las espadas. La diferencia es que aquellos que se liberan de estas causas ajenas son capaces de seguir adelante y buscar su propio camino, como es el caso de Kiguchi Zanki o Azekura Kanara, así como Hitei y Shichika. Es por eso que Katanagatari cierra con un moño una historia con mucho contenido en un final explosivo.


 
"Cheerio!"

      
       En resumen, Katanagatari en un paquete de 12 episodios con 50 minutos cada uno, empaca una historia temáticamente cohesiva y coherente consigo misma, y no tiene miedo a incluir drama, acción, comedia y romance demostrando ser sumamente competente en todos sus departamentos. En lo personal ese último episodio fue absolutamente demoledor, y lo vi con la mandíbula completamente por el piso. Al verla por segunda vez se vuelve mucho más fácil apreciar las sutilezas de los personajes, lo que la hace una serie sumamente revisitable. Dejo una recomendación personal a cualquiera que quiera una serie de aventura completa, con mucho contenido y personajes tan extravagantes como interesantes, y no tiene problemas con una cantidad descomunal de diálogo.

Historia: 8/10
Personajes: 9/10
Presentación audiovisual: 9/10

Nota final: 8.67/10
Nota personal: 9/10


Apología de Youjo Senki

De : Neko
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Titulo provisional: Mi Empresario Convertido en Loli Mágica No Puede Ser Tan Fascista                                                


Youjo Senki es una adaptacion de novela ligera ambientado en un universo paralelo parecido a Europa durante la Primera Guerra Mundial pero con magia, protagonizado por una loli maniática y cruel que comanda un ejercito y que totalmente no es nazi. Si esto les suena como un show horrible, no se preocupen, estamos en el mismo barco.

Por supuesto en un medio como el anime, la sinopsis importa poco y nada por lo que tenemos grandes éxitos como Castlevania pero con Kung Fu Solar o cagadas como Espías Japoneses Durante la Primera Guerra Mundial. Lo cual por supuesto nos lleva al primer episodio de Youjo Senki.

Youjo Senki no tiene un buen primer episodio.

Pero igual tiene pelotudeces graciosas como esta
En un primer instante Youjo Senki parece venderse como una especie de precuela espiritual de Mahouka, con magia basada en explosiones de colores y el ejercito perdiendo hasta que, sorpresa sorpresa, llega Tanya, la honorifica loli protagonista, que salva el día a base de ser ridículamente mejor en el arte de disparar pedos explosivos que el resto del universo y todo el mundo alabando su glorioso "patriotismo" como resultado.

No es un muy buen gancho, el tono es extrañamente serio durante todo el episodio y los diseños de Tanya y su segunda al mando tienen un contraste horrible con los diseños mucho mas adultos que tienen todos los demás personajes. Sin mencionar que Tanya no es una protagonista que uno se sienta inclinado a apoyar a pesar de que el episodio en si parezca decirte que totalmente deberías hacerlo.

Momento... ¿No se supone que esto era una apología?

*Rayon de disco*
*Imagen estática*
"Sep, ese soy yo, quizas se pregunten como termine aquí"
Entra episodio dos y finalmente conseguimos algo de contexto. Sucede que Tanya es en realidad la reencarnación de un empresario japones NO, ESPEREN, NO SE VAYAN, ESTO ES ALGO BUENO SE LOS JURO. La historia es tal que dicho empresario, hijo de puta como el solo, termina siendo asesinado por uno de sus empleados que dejo sin trabajo, pero antes de morir recibe una vista de Nuestro Salvador: Cthulhu Dios, quien le pregunta a que se debe su falta de fe. El empresario se caga en su existencia, por lo que Dios se ortiba y lo manda a la versión mágica de Europa reencarnado como el eslabón social mas débil posible dentro de este nuevo mundo, una niña huérfana, para ver si asi aprendia a volver a amar la Navidad. O creo que esa era otra historia... Da lo mismo. El empresario reencarnado en Tanya se decide a sobrevivir a su nueva vida por lo que decide unirse al ejercito utilizando sus recién descubiertas aptitudes mágicas con el razonamiento de que ese seria el unico trabajo que podría conseguir. Y el resto es historia.

De repente la serie se recontextualiza y pasa a ser una historia sobre Tanya siendo la mejor del mundo mundial, a una historia sobre Tanya creyendo que tiene la vida hecha solo para ser interrumpida por Dios que, todavía queriendo convertirla cual sacerdote de Age of Empires a soldado enemigo, jura hacerle la vida imposible una y otra vez hasta que "recupere la fe". Lo cual lleva al eterno y gracioso ciclo de Tanya logrando estabilidad solo para que Dios le haga un trolleo y termine peor que antes, lo que acaba en transiciones copadas como Tanya estando feliz en un instante y cayendo desde 10000 metros en el aire al siguiente.


Chistes como este.
Si bien todo el tema de empresario japones reencarnado es un poco tonto (okay, muy tonto), esto es lo que convierte a Youjo Senki en una excelente comedia, con chistes que no estarían fuera de lugar en una película de Edgar Wright. Bueno, y también Dios tiene la forma de un cascanueces gigante, eso suma puntos en mi libro.

De esta manera el show hizo un buen trabajo convirtiendo a la loli sociopática en un personaje genuinamente divertido de seguir y que de hecho uno quiere que triunfe en su objetivo de conseguir una vida tranquila. Sin mencionar que es sorprendente que el show este tan bien editado teniendo en cuenta que es el primer show del nuevo estudio NUT.

Lo que nos queda es un show que realmente no tiene derecho a ser tan bueno como es, con mejor sentido del humor que muchas comedias y con una protagonista que de hecho tiene mas carisma de lo que parecía en un principio. Eso es lo que convierte a Youjo Senki en un show genuinamente recomendable aun cuando todo parece indicar lo contrario. Si hay un show que justifica la frase "Se pone bueno, se los juro", es este.

Reseña: Shinsekai Yori

De : Unknown

Reseña: Shinsekai Yori

  •            Géneros: Drama, Horror, Misterio, Ciencia Ficción, Sobrenatural.
  •           Estudio: A-1 Pictures.
  •           Director: Ishihama, Masashi.
  •           Fuente original: Novela.



Contexto

Cuando alguien habla de anime moderno suelen salir términos como “moe”, “slice of nada”, “franquicias refritadas” y otras frases que refieren a la lenta y progresiva supuesta muerte creativa del medio. Lo que se ignora es que en cualquier medio siempre hay modas, que definen la orientación de la gran masa de contenido del mismo en un momento sociocultural determinado, y no necesariamente significa que antes sea estrictamente mejor o había más talento, sino que las corrientes actuales tienen un foco diferente. Es debatible que en épocas anteriores donde casi todo eran Kenshiros y Gundams hubiesen salido gemas como Usagi Drop o incluso Barakamon, sobre todo tras el declive del bloque WMT, pero eso es tema aparte.
A su vez, esto no quita que existan trabajos que se salen de la línea y no atiendan específicamente a lo que demanda el mercado. Uno de los grandes atractivos del anime es que a lo largo de su historia como medio niche, siempre ha experimentado cosas nuevas sin miedo al fracaso financiero. Shinsekai Yori, es uno de estos casos, ya que como si se tratara de un experimento social, A-1 Pictures lanzó este anime distópico de ciencia ficción al aire solapando su primera mitad con la segunda de Sword Art Online. Los números hablan por si solos (ventas en volúmenes de Blu-Ray, Otoño 2012).


¿De qué trata Shinsekai Yori?


En el mundo de Shinsekai Yori, hubo un brote del 0.1% de la población que desarrolló una forma de psicoquinesia llamada Cantus, el poder de manipular materia y fuego con la mente, lo que llevó a un período oscuro en la historia de la humanidad una vez que sus usuarios, conscientes de este poder de proporciones divinas, recurrieron a la violencia. Luego de esta época de caos con regímenes instalados y derrocados en sucesión, la facción de la humanidad psíquica se asentó en aldeas aisladas del resto del mundo, con sus propias normas para mantener su frágil estabilidad, creando un Nuevo Mundo con complejas reglas e implicaciones morales.
La serie nos narra la historia de Saki Watanabe, una niña de 12 años de la aldea de Kamisu 66 y su grupo de amigos a medida desenvuelven lentamente las verdades de su mundo, como llegaron a su estado actual, y nos presenta una única coming-of-age (historia de madurez) en la que los vemos crecer y encontrar sus destinos en esta supuesta pacífica utopía con abundantes recursos a disposición de la humanidad.

Uno de los fondos más sobresalientes.     


Historia/Desarrollo (9.5/10)


El anime está basado en una novela con formato tradicional de tres actos/arcos, escrita por Kishi Yusuke. En un foco más concreto y crítico, la historia en Del Nuevo Mundo se desenvuelve lentamente en el transcurso de sus 25 episodios, a un paso que puede a veces resultar hostil hacia los espectadores, pero que recompensa su estadía con un explosivo arco final. Al comienzo de la misma tenemos una sucesión de eventos que sutilmente nos muestran cómo funciona el mundo y ha llegado a su estado actual. Estos eventos no tienen una dirección clara ni hay una meta definida, por lo que depende de la intriga que tales sucesos creen, y cómo se relacionen con lo que la historia quiere contar. Por suerte, la construcción del mundo en Shinsekai Yori es brillante. Viendo como la trama se desenvuelve desde los ojos de Saki, descubrimos el mundo con ella, y lentamente mitos, leyendas, fantasía e idealismo van destruyéndose a medida nos encontramos con una historia de ciencia ficción dura, con reglas complejas y consistentes, y una fría sucesión de realidades que reflejan conflictos morales sobre la dinámica del poder, Derechos Humanos y Civiles que pueden aplicarse a nuestros propios tiempos como espectadores. Todos los diseños, fauna, flora y locaciones tienen una razón de ser como son, y cada órgano presentado en la sociedad tiene un rol claro en la misma, así como en la historia y su desarrollo.
El segundo arco reduce el paso de la historia para concentrarse en el efecto que tienen estas revelaciones en la psicología de nuestros personajes, explorando relaciones interpersonales, con el sistema y el resto del mundo, completando y atando los cabos que la primera parte expone. Algunos de estos personajes toman decisiones que tendrán un efecto muy presente en el resto de la historia, y su destino en el mundo se hace progresivamente más claro. Estos dos arcos contienen dos necesarias escenas de exposición de duración considerable para aclarar lo que se está mostrando, pero a su vez el anime deja mucho contenido simplemente implicado, y no apabulla al espectador contando cada pedazo de información disponible. En Shinsekai Yori existe cierto balance en “mostrar” y “contar”. Hay suficiente explicación para no perder a la audiencia, y suficiente información implícita para que descubra que es lo que ocurre por su cuenta.
Estos dos primeros arcos contienen 16 de los 25 episodios de la historia, y constituyen una lenta progresión de eventos, algunos con mayor seguimiento lógico que otros, que desembocan en la lluvia de eventos que inunda el arco final de la serie. Ya en este segmento, las motivaciones y metas de los personajes, que hasta ahora eran un misterio, se hacen evidentes, y la trama golpea fuerte como un tren de carga a máxima velocidad; aparece una meta clara que da un fuerte sentido de urgencia con mucho en juego. Es acá donde la verdadera sustancia de Shinsekai Yori se muestra. Los eventos exponen la naturaleza de los humanos respecto al poder, y como facciones aledañas responden a esta dinámica. Series distópicas como por ejemplo Psycho-Pass, pecan de mostrar muchos lados interesantes de su mundo y fallar en integrarlos a su trama principal; los suman cuando resulta conveniente u omiten hacer esto completamente. El antagonista de Del Nuevo Mundo crea un plan de gran complejidad, y las distintas partes del mismo integran cada elemento presentado previamente en la serie, lo que es símbolo de un trabajo de calidad, que no deja nada al azar, más allá de menores agujeros y conveniencias que poco afectan al producto final.
El final de la serie plantea un conflicto moral en el espectador con pocos precedentes, dado que ambas partes del mismo tienen motivaciones coherentes para hacer lo que hacen, sin que se presente a ninguna de las dos como unilateralmente buena o mala. A su vez plantea, sin explicitar, muchas preguntas acerca de sus temas humanísticos, que dan mucho para pensar una vez terminado el anime.
Finalmente, Shinsekai Yori recorre un abanico de géneros considerable para una serie de su duración. Utiliza efectivamente recursos cinematográficos para generar suspenso, horror, drama, relaciones románticas y da suficiente impacto a sus esporádicas escenas de acción, a pesar de ser una serie de bajo presupuesto. Otorga suficiente variedad a su contenido para mantenerse medianamente entretenida incluso en sus partes más densas, a pesar de ser una obra que se concentra fuertemente en construir su mundo y comunicar su mensaje.
      
Las escenas dentro del subconsciente de Saki están muy bien logradas.


Personajes (7.5/10)


Los personajes principales de Shinsekai Yori son adecuados para el mundo que intenta construir. Son gente común en una utopía, que descubren pasiva y lentamente la naturaleza de su ambiente, y en parte por eso, son también el eslabón más débil del anime. Ninguno de ellos es particularmente proactivo, ni posee una ideología radical que tenga un efecto realmente significativo en el desarrollo de la historia, y es más bien el desarrollo de esta lo que los lleva a actuar. Son meros papeles en blanco con algunos rasgos de personalidad que los distinguen, y desde un punto de vista crítico más frío podrían considerarse débiles, pasivos, reaccionarios, e incluso aburridos. Sin embargo, el rol de un personaje es ser el nexo entre el espectador y la historia, y el hecho de que sean gente común que fuera de sus roles en la historia sean a grandes rasgos intercambiables es parte del punto, ya que en su mundo sufren un fuerte grado de regulación e intensivo control de ambos, conducta y pensamiento, que hace que no desentonen y sean consistentes tanto con el universo en el que se sitúan, y con los temas que se quieren explorar. Todos estos detalles son mostrados en la historia.
Uno de los principales errores de Psycho-Pass como distopia (como descargo, ya que no odio la serie, sigue siendo un entretenido thriller de acción con interesantes conceptos de ciencia ficción), es el hecho de que casi no muestra como interactúa el ciudadano común en su mundo, ni cómo es afectado por el, y decide concentrarse en quienes ejercen la autoridad, con su villano estando fuera del sistema,lo que es un tanto hipocrítico.
Shinsekai Yori nos muestra enteramente cómo vivir en el mundo presentado afecta el crecimiento de estos personajes, como las revelaciones afectan su psicología y su rol en la sociedad. Satoru es un personaje que podría considerarse débil a pesar de todo, ya que a pesar de estar presente constantemente, fuera de su rol social, es de los menos afectados incluso después de los traumáticos eventos de la serie.
Luego están los personajes secundarios, que con gran variedad de personalidades, diseños, edades, posturas y roles, compensan esta falta de empatía que puede haber hacia los personajes principales, al ampliar las dimensiones de este universo y dar vida propia al mundo, al punto que el mundo mismo puede considerarse un personaje principal (destaco los personajes de Shisei, Tomiko y Kiroumaru). Finalmente, el antagonista principal, es genuinamente un personaje complejo, con motivaciones bien fundadas, y métodos cuestionables que lo hacen un fuerte personaje maquiavélico una vez tenemos introspección de el sobre el final del anime. Nunca se le da enteramente ni la razón ni la culpa, y se le deja al espectador tomar una postura, o incluso extrapolar las ideas presentadas a nuestro mundo actual.
     

Presentación audiovisual (6.5/10)

Otro fondo que contrasta con el anterior.


Sonido: La banda sonora de Shinsekai Yori presenta una mezcla de piezas de piano, cuerdas, coros, diferentes efectos de sintetizador lamentablemente de calidad a veces buena, pero en general media o baja, y tiene por insignia un tema principal compuesto por un coro y banda con guitarras eléctricas y batería, que es sumamente distintivo y encaja perfectamente con el ambiente cada vez que es usado. Y es usado mucho, para bien o para mal, aunque el hecho de que está dividido en tres partes le da un buen rango de usos antes de que se vuelva viejo. Además hace buen uso de uno de los movimientos más tranquilos de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvorak, lo que le da ambiencia y refuerza la identidad de la serie.
La gran mayoría de esta banda sonora está usada competentemente, y evoca el sentimiento que requiere la escena independientemente de la calidad de la pieza misma, sea tranquilidad, resaltar lo sombrío, suspenso o catarsis. A su vez los seiyuus hacen una buena perfomance en general, destacándose Taneda Risa como Saki, quien logra vendernos el desarrollo de Saki en sus etapas de niña, adolescente y adulta. Nota: 7/10.

Apartado visual: El verdadero talón de Aquiles de esta serie es lo visual. Su principal debilidad es que la forma en la que A-1 Pictures produce sus trabajos es contratando FreeLancers que trabajen para dirigir un bloque de episodios, animar ciertos cortes o pintar tantos fondos. La producción de Shinsekai Yori, en consecuencia es terriblemente inconsistente, con el arte y diseño de personajes cambiando completamente durante un episodio en el que se vuelve sumamente evidente y molesto (5) y otro en el que extrañamente añade al ambiente del episodio en cuestión (10). Aun así el movimiento, salvo en escenas clave, tiene pocos fotogramas, es tosco, el diseño de personajes aunque cambien constantemente de ropas (lo que es un mérito y añade al realismo) es muy simple para estándares modernos y ciertas elecciones de ángulos de cámara llaman la atención y distraen por la poca relevancia o incluso la redundancia que tiene lo que se está mostrando.
Aun así, Ishihama imprime cierta identidad visual que evoca un distintivo sentido de misticismo cuando es necesitado (sobre todo en escenas que se meten en la consciencia de nuestra protagonista), y hay momentos en los que la serie se ve extraordinariamente bien, con fondos espectaculares así como animación fluida y gráfica, que está bien reservada para momentos climáticos de la serie. Es suficiente para poner al apartado visual por encima de la media. Nota: 6/10.


Críticas varias:

  • La falta de trama/meta definida al principio hace sentir a los eventos desconectados con un foco errático.
  • Las consecuencias de la historia, a pesar de ser reales, cerrar temáticamente el mensaje, y verse en la relación de los humanos con su mundo, no se ven reflejadas fuertemente en la estructura social de los humanos. Esto es debatible porque hay causas reales que impiden que se generen estos cambios sin arruinar la consistencia del mundo.
  • Tener problemas con los personajes es una queja válida. A su vez, entre exposición y algunas líneas cliché, el diálogo en general no es de máxima calidad.


Recomendado para:

  • Quienes buscan una distopia con construcción del mundo sobresaliente, con su propia ciencia ficción consistente con sus reglas.
  • Buscan una historia que se toma su tiempo para plantear sus elementos e ideas antes de revelar su verdadera complejidad.
  • Buscan conflictos morales grises en una pieza temáticamente compleja.
    
    Concluyendo con una nota más personal, no puedo negar que Shinsekai Yori, pese a sus problemas, es una de mis series anime favoritas. Haber visto los 25 episodios en un solo día fue la experiencia más inmersiva que me dio el medio hasta la fecha, y creo que si lo escribí acá llama a alguien remotamente la atención, es probable que comparta aunque sea una fracción de mi experiencia.
    

Nota final (promedio): 8.25/10.

Nota personal: 9/10.

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